Sentires del alma

Hay un hilo cíclico recorriendo la conciencia del autor en un nivel onírico, "cuando no me encuentres, no me busques afuera"; descubrimos un ser halado, dibujada, suspendida sobre pétalos de guayacanes floridos que se transfigura como diosa para luego ver como vienen a asomarse sus oscuridades, sus garras, y desvaríos. El autor, salvado de su apego manifiesta "tus días están urgentes de mi luz", como reconociendo, el espejismo que su propia añoranza fragua. Es el placer, en el libro, el ancla a la terrenidad, "a devorarte sin que medie palabra"; sin embargo la palabra secuestrada del poeta, devoto penante del recuerdo, "tu recuerdo cual llamado de ángeles deambula en mi vigilia", es el camino purgatorio conducente a la beatitud; que hace "germinar la humana sensación de la ternura", de la que solo son dignas, las grandes almas. Saliendo del texto, sujetando el hilo de la vida, sintiendo silbante el aliento de los años, nos conduce a los espacios de su casa, el aroma perfumado del café de la tarde, y en su ventana el verde tropical del Kasama. Querido Líder, abrazo tu palabra sin trampa, tu grandeza y tu delicadeza. Lady Balladares TorresArquitecta y poetisa