Entre el cielo y tu

Soy Margarita Quesada, Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México. Entre otras labores he trabajado como Catedrática en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Hidalgo, impartiendo la materia de Comunicación Verbal; asimismo, fui Directora de Comunicación Social del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional también en el estado de Hidalgo y Sinodal del CENEVAL por el Acuerdo 286 de Bachillerato y el EXPRESE (examen de Expresión Escrita en Español) durante 5 largos años. De modo particular asesoro tesis y he dado cursos de Ortografía y Redacción tanto en gobierno como en la iniciativa privada. Actualmente laboro para la iniciativa privada y en mis ratos libres me dedico a escribir, algo que me gusta desde muy niña. Tengo entre mis trabajos (aún no publicados), principalmente mi tesis de Licenciatura, el documental: "La Cristiada: Crónica de un pasado que ¡no ha muerto!", un Manual básico de Ortografía y Redacción así como un libro de poesía, una obra de teatro infantil y una película para cine. A la edad de 15 años ingresé en la Escuela Pastoral de mi parroquia atraída, precisamente, por ese gusto por entender y conocer más acerca de la Palabra de Dios y transmitirla a mis hermanos y hermanas en Cristo, cosa que cumplí cuando tenía 16 años y fui, orgullosamente, Coordinadora de Pastoral. Desde entonces me nació la idea de compartir mis conocimientos y percepción de la vida a través de este tesoro como lo es un libro. En esta ocasión presento un compendio que permite conocer mis puntos de vista acerca de lo que debemos hacer para ganar el reino celestial tan ansiado por muchos y, desafortunadamente, tan despreciado por muchos otros. Pretendo con ello transmitirles ese AMOR que Jesucristo nos enseña y que quiere que no se olvide. Y es precisamente a estos últimos, los que desprecian la palabra, a los que más me interesa que llegue mi mensaje, uno más de tantos y tantos que hay, acerca de la Palabra de Vida y del verdadero Pan de Vida, sin el cual será imposible obtener el Reino celestial.